La guerra estalló hace más de un mes. No es un conflicto de fuerzas iguales - se ve claramente quién es el agresor imperialista y amenaza la vida de la población - tanto de los habitantes de Ucrania como de los miles de reclutas rusos enviados a la guerra en interés de las autoridades y de la oligarquía. No aceptamos justificaciones para esta guerra en la que la clase obrera, tanto en Rusia como en Ucrania, solo puede perder.
La reacción al imperialismo de Rusia y los intereses de sus élites oligárquicas, el brutal bombardeo de la población civil y la guerra contra la destrucción, fue el surgimiento del sentimiento nacionalista y militarista. Temiendo por su vida y seguridad, muchos olvidan los crímenes del imperialismo, siempre y cuando fuera "nuestro" imperialismo. Muchos están dispuestos a aceptar la presencia de neonazis, siempre que sean "nuestros" neonazis. En la medida en que ese miedo sea comprensible, su efecto solo puede ser fortalecer el sentimiento a favor de la guerra y fortalecer permanentemente el autoritarismo de las autoridades, lo que tendrá consecuencias catastróficas para la clase trabajadora.
Al final, la destrucción de ciudades, hogares y lugares de trabajo, millones de migraciones de refugiados son solo ganancias para las sociedades anónimas que producen misiles y para los capitalistas dispuestos a aprovechar la repentina afluencia de trabajadores desesperados, listos para trabajar en todas las condiciones.
Al oponernos a la guerra, nos ponemos del lado de los trabajadores, sea cual sea su nacionalidad, en su lucha por una vida digna, segura y sin explotación.
Unión de Sindicalistas de Polonia - Asociación de Múltiples, Varsovia