Alienación y revolución social

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Erick Benítez Martínez
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Alienación y revolución social

Mensaje: # 161Mensaje Erick Benítez Martínez »

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La definición de alienación es: pérdida de la personalidad de una persona o entidad.
Existen, también, distintas formas de alienación: económica, política, social, mental, etc.
Respecto de las clases obreras, de quienes nos ocuparemos en este texto, hemos de comenzar remarcando el carácter plural de las mismas: no existe una sola clase obrera, sino distintas clases obreras que difieren en sus economías, formas de producción, relaciones sociales y organizativas. Así que al hablar del elemento productivo en la sociedad hablaremos de clases obreras.
Estas clases obreras sufren, muchas veces sin saberlo, de una terrible alienación que les quita la personalidad que por simple naturaleza les compete. Esta alienación les hace esclavas de quienes usurpan su personalidad y es la base fundamental de su esclavitud.

Alienación económica:

Para nadie es un secreto que las clases obreras son las creadoras de toda la riqueza social que nos rodea: ciudades completas son levantadas por albañiles; la producción de vestido corresponde a los industriales textiles; los productores de calzado ponen toda clase de zapatos y tenis a disposición de la población; miles de otros productos son también producidos por distintas clases obreras y generan con ello la riqueza de que puede enorgullecerse la humanidad.
Sin embargo, pese a que todo sale de sus manos y mentes, son despersonalizados por el capitalismo que les mantiene en la miseria, con sueldos miserables y llevando vidas precarias.
El trabajador no se siente como el ser productivo y dueño de la economía que es, se siente un simple engranaje, un asalariado, un ser que lejos de tener derechos tiene solamente deberes. Debe sentir agradecimiento con su explotador porque, piensa, gracias a él tiene trabajo y puede así llevar alimento a su hogar.
Su papel protagónico en la sociedad, en tanto productor, se ve diluido en la esclavitud, y completamente alienado, su personalidad se diluye en la sociedad y pasa, de protagonista, a ser un simple esclavo en la producción.
Ya no es el creador de riqueza, el elemento productivo, quien genera toda la producción y los grandes avances en la sociedad. Es un esclavo, y su posición se ve cubierta de cierta vergüenza para las clases acomodadas de la sociedad. Todo mundo quiere ser un capitalista, una buena burguesa y disfrutar a manos llenas de la riqueza, viajar, comprar y llenarse de lujos. Nadie quiere trabajar, crear la producción. Esa actividad se ve reducida al hastío, a la vergüenza, al cansancio, la fatiga y la esclavitud.
Su personalidad se ve usurpada: es el explotador, el que le roba el fruto de su trabajo, quien usurpa el papel protagónico del trabajador, y así vemos a esos holgazanes de la patronal y del capitalismo rodearse de una personalidad “respetable”, cuando si dicha alienación fuese advertida por las clases obreras la clase patronal y capitalista serían vistas como los vividores y ladrones que son.

Alienación intelectual:

Si en la economía las clases obreras son alienadas en beneficio de sus explotadores, esto no es suficiente. Para mantener la sujeción estable y de ser posible eterna, es preciso también alienar a las clases obreras en sus mentes.
De esta forma la división del trabajo hace ser trabajador, no un creador, sino solo una pieza más de la máquina de producción: ya no crea, ya no sienten sus manos crear. Todo se reduce a que realice una sola función en su centro de trabajo, hasta volver esa actividad un hastío para el trabajador y eliminar así todo rasgo de inteligencia y de creatividad.
Para sujetarlo más aún, la religión le inculcará que tenga resignación ante su miserable vida porque, se le dice, habrá otra vida después de la muerte, y en ella podrá gozar de todo. No sólo eso: en esa otra vida idílica que se le promete, quienes hoy lo matan de hambre no tendrán acceso, pues se le dice que más liviano trabajo es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios (1).
De esta manera el trabajador no debe esperar la justicia en esta vida, sino morir en la miseria y la ignorancia y esperar la muerte que le dará la justicia que se le niega en vida.
De entidad productiva se le vuelve un esclavo en la producción, un esclavo en su mente, y se le inculca una resignación pasiva que le hace un esclavo sumiso ante las injusticias que vive.
No debe pensar por sí mismo. La alienación le priva de ser una persona pensante. Debe entregar su personalidad ante los patrones en la producción para ser una máquina que repite la misma operación cientos de veces sin conocer muchas veces los procesos por los cuales se crea la producción final.
Su personalidad se ve usurpada también por los curas y demás pastores, que le privan de pensar.
¡Él, que genera toda la riqueza social, no debe siquiera pensar! Levanta ciudades, alimenta a todo el mundo o viste y calza los pies de toda la humanidad, pero se le hace creer que en temas espirituales y de producción debe callar para que hablen los que lo explotan y le recomiendan resignación.
Curiosamente quien aliena su personalidad, quien usurpa su lugar, son los patrones, que no producen nada, ni siquiera mediante la división del trabajo. Los otros que lo usurpan son los curas y los pastores, los que viven en el aislamiento alejados de toda investigación, quienes creen en un libro antiguo donde lo paranormal es la norma.

Esclavitud política:

Esclavo ya en lo económico y en lo intelectual, hace falta que se le lleve a la impotencia para cambiar cualquier cosa.
De esta manera se le aliena nuevamente: se le dice que jamás podrá cambiar nada, que debe permanecer esclavo y esperar la justicia en la otra vida. En esta solamente le corresponde, como mucho, elegir a quienes le gobiernan.
La producción está en sus manos, su capacidad intelectual es tanta en su conjunto que son las clases más poderosas, pero solo debe elegir a sus gobernantes ¡y aún esto se le presenta como un deber ciudadano!
¿Hay otras formas de cambiar las cosas fuera de las instituciones? Las hay, pero nuevamente bajo la pérdida de su personalidad. Los jefes de la revolución le exigen su sangre y su sacrificio.
Los jefes recibirán las medallas, él sólo recibirá el plomo.
Nuevamente, hasta cuando intenta ser libre, se le agacha la cabeza y se hace de él un ser sin personalidad, mera carne de cañón para encumbrar a sus caudillos.

La destrucción de la alienación:

La destrucción de la alienación consiste en que las clases obreras restituyan, tomen, arrebaten su personalidad de todos aquellos que le usurpan y le esclavizan.
En la economía deben las clases obreras arrebatar los medios de producción, recuperando de esta forma su papel protagónico en la producción, eliminando también a los patrones y capitalistas que le hacen creer que sin ellos no podría vivir.
Este acto de valentía y justicia deberá ser seguido por la destrucción de la alienación intelectual, tanto la que le inculca el trabajo repetitivo y alienante, como el que le inculca la resignación y la pasividad ante las injusticias que sufre: patronal, capitalismo y clero deben sucumbir para que las clases trabajadoras se restituyan en su personalidad y formen así la justicia social.
Esta justicia social deberá también romper con la alienación política, demostrando que solamente ellas, las clases obreras, pueden cambiar su estado de esclavitud, destrozando gobiernos y dirigentes para, por primera vez, ser ellos los protagonistas de la lucha económica, intelectual y política, que destroce de una vez y para siempre a quienes les han mantenido en la ignorancia, la miseria y la esclavitud.
Si la revolución no tiene por objetivo la destrucción de la alienación que pesa sobre las clases obreras, de nada servirá la sangre vertida ni la lucha llevada.


Erick Benítez Martínez. Octubre del 2021 (publicado en el periódico Regeneración, órgano de la Federación Anarquista de México)

Notas:

1.- La Biblia. Mateo 19, versículo 23 y 24.


“El campo de batalla del anarquismo, ínterin se espera la revolución social, tendría que ser la pluma, la palabra y el ejemplo […] Revolucionarios, meditad que la hora de nuestra emancipación tanto más tardará en sonar cuanto más tiempo permanezcamos en la ignorancia. Eduquémonos, instruyámonos, que el porvenir es nuestro”

José Llunas
Romualdo Estevez
Mensajes: 1
Registrado: Jue May 19, 2022 3:10 am

Re: Alienación y revolución social

Mensaje: # 170Mensaje Romualdo Estevez »

Que tal soy nuevo en este foro y me da tristeza ver que no se comentan o discuten los artículos que hay aquí. Obviamente no los he leído todos pero los que he leído me parecen muy buenos. Curiosamente por Facebook vi un comentario que se hizo sobre este articulo, trataré de buscarlo para ver que opina Salvador. Claro si me lo permiten.
Saludos y me da gusto haber encontrado este sitio.
Erick Benítez Martínez
Mensajes: 135
Registrado: Sab Ago 17, 2019 2:03 am
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Re: Alienación y revolución social

Mensaje: # 172Mensaje Erick Benítez Martínez »

Hola compa.
Pues creo que no se comenta mucho porque ahora todo son las redes sociales y no los foros.
Pero tu comenta lo que gustes, para eso es el foro.

Saludos.
“El campo de batalla del anarquismo, ínterin se espera la revolución social, tendría que ser la pluma, la palabra y el ejemplo […] Revolucionarios, meditad que la hora de nuestra emancipación tanto más tardará en sonar cuanto más tiempo permanezcamos en la ignorancia. Eduquémonos, instruyámonos, que el porvenir es nuestro”

José Llunas
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