Nuestra bandera -Erick Benítez Martínez-

Historia del anarquismo no catalogado en las secciones de arriba
Erick Benítez Martínez
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Nuestra bandera -Erick Benítez Martínez-

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Las banderas anarquistas han ondeado en los cinco continentes, símbolos de la lucha anarquista.
No solamente ondean en las luchas, sino también en la victoria: en México fue roja, con la leyenda de Tierra y libertad, durante la ocupación de Tijuana en 1911; en Ucrania durante la organización de las comunas anarquistas organizadas por los macknovistas fue negra; en España durante la revolución española fue rojinegra y negra en algunas columnas. Aquí, en estas experiencias, la bandera anarquista fue desplegada al viento como emblema de la victoria del anarquismo organizado.
Con la A circulada, con las siglas de las organizaciones anarquistas o mezclando los colores rojos y negros, nuestra bandera, emblema del anarquismo, circula en los aires de todas las luchas, en todos los tiempos recientes, en todos los países.
Dedicaremos, entonces, unas palabras a nuestra bandera, la que es muy conocida, pero cuyos significados son poco conocidos y a la cual se le brindan los significados de lo más dispares, fruto muchas veces del idealismo y que nada tienen que ver con su significado original.

Bandera negra:

En 1883 la anarquista Louise Michell enarbola un trozo de falda negra como bandera, símbolo, en sus palabras (1), de la huelga.
Hasta entonces la bandera roja era el símbolo de lucha internacional, pero en 1883 la bandera negra da personalidad al anarquismo, ya que será desde entonces la bandera tomada por la mayoría de los anarquistas a nivel mundial hasta popularizarse definitivamente desde inicios del siglo XX.
Existe sin embargo un dato que antecede al uso de la bandera negra usada por Louise Michell.
En Lyons, Francia, existían condiciones de explotación deplorables hacia los trabajadores: los jefes de taller, en la industria textil, eran trabajadores que eran dueños de sus propias máquinas. El trabajo se realizaba a veces entre toda la familia, y cuando el trabajo era excesivo se contrataba lo que se llamaba compagnnons, especie de ayudantes a sueldo.
Los fabricantes, por su cuenta, eran verdaderos explotadores, ya que eran ellos quienes pagaban los sueldos de los jefes de taller y compagnnons, de manera que extraían estos fabricantes y compagnnons las ganancias al vender la mercancía a precios superiores a los que resultaban de la inversión (2).
En julio de 1830 existe ya una nube de protestas contra el gobierno debido a los abusos de los fabricantes y de las leyes permisivas del Estado.
Poco más de un año después las protestas son cada vez más fuertes en las calles.
Un grupo de estos luchadores, provenientes del mutualismo, enarbolan en estas luchas la bandera negra, misma que ondea potente al frente de las huelgas (3) y manifestaciones de estos Canuts (tejedores de seda), con la inscripción “vivir trabajando o morir combatiendo”.
Aunque Proudhon no era del todo afín a este lema, es de estas organizaciones de trabajadores mutualistas de donde extraerá varias de sus ideas organizativas que se verían reflejadas en sus obras teóricas a partir de su primer libro ¿Qué es la propiedad?, mismo que, dicho sea de paso, es el primero en reivindicar la palabra anarquía como filosofía social.
Estas luchas reivindicativas de noviembre de 1831 en la que los Canuts enarbolan la bandera negra, es también uno de los ejemplos más claros en los que los trabajadores de Francia rechazan toda incursión de los políticos en sus asuntos.
Son los llamados Volontaires du Rhône, que pretenden apoderarse del movimiento, y son estos mismos a los que los Canuts rechazan y quitan el protagonismo que pretendían darse. Dan, así, una muestra de rechazo de la política que, sumado a sus ideas mutualistas y el uso de la bandera negra, constituyen un antecedente perfecto del anarquismo en Francia y mundial.

La bandera negra, pues, tiene un antecedente en Lyon, Francia en 1831, en lo que perfectamente podría considerarse también un antecedente del anarquismo; ondea en 1883 por Louise Michell, como emblema de la rebelión y se dice en 1882, que con motivo de un aniversario de la Comuna de París, Louise Michell dijo “¡no más banderas rojas pintadas en la sangre de nuestros soldados! Yo ondearé la bandera negra que toma el luto de nuestros muertos y nuestros dolores”.
Podemos asentar, ahora, que la bandera negra tiene este color como representativo del anarquismo.

Bandera rojinegra:

La bandera roja, por su cuenta, era utilizada de manera corriente en todos los movimientos socialistas del siglo XIX. Continúo usándose aún por muchos anarquistas después del uso de la bandera negra por Louise Michell en 1883.
En Italia tenemos a Malatesta haciendo uso de la bandera roja durante la toma de Benevento; en México tenemos a los anarquistas haciendo uso de la bandera roja en la toma de Tijuana en 1911.
Hasta entonces los movimientos socialistas hacían uso de esta bandera roja, y pronto, con el sindicalismo revolucionario francés, la bandera roja es adoptada como símbolo del sindicalismo revolucionario.
Trasladado al uso de la bandera rojinegra esta no significa el luto por el negro, la sangre por el rojo y más definiciones que se le da, siempre de manera romántica y sin tomar en cuenta los verdaderos orígenes de los colores.
La bandera rojinegra significa la fusión del anarquismo y del sindicalismo revolucionario. Lo que ahora se conoce como anarcosindicalismo. El anarquismo a secas tiene sus propias formas y métodos organizativos, así como sus finalidades; el sindicalismo revolucionario tiene también sus formas y métodos organizativos. Si bien ambos son muy afines, no pueden de ninguna manera ser exactamente lo mismo. El anarcosindicalismo representa el sindicalismo revolucionario con medios y finalidades abiertamente anarquistas. El anarquismo representa las ideas abiertamente anarquistas que no necesariamente son sindicalistas, si bien el anarquismo ha sido siempre afín al movimiento obrero.
¿Cuándo nace la bandera rojinegra?
El asunto no es posible establecerlo de manera exacta.
En 1913 durante la manifestación del primero de mayo, los trabajadores de la Casa del Obrero Mundial, convocando quizá por primera vez una manifestación realmente obrera, usan la bandera rojinegra como emblema de su lucha.
Jacinto Huitrón, uno de los fundadores del histórico Grupo Luz, de la Casa del Obrero Mundial y de la CGT (4), dice en su libro “Orígenes e historia del movimiento obrero en México” lo siguiente:

“Al cartelón [que se usaba ese 1° de mayo de 1913] de la Casa del Obrero se le agregó la palabra “Mundial”, ya que en los Ángeles, California, Moncaleano (5) había fundado la Casa del Obrero Internacional. A 5 estandartes rojos en forma heráldica, se les puso una franja oblicua negra y a la bandera roja, símbolo del trabajo (6), a iniciación mía, se le puso la mitad negra en señal de luto por la muerte de los mártires de Chicago, y ahora es el símbolo sindicalista casi mundial” (7)

Por su parte Joan García Oliver data la aparición de la bandera rojinegra en 1923; dice que en España la bandera rojinegra se debe a la fusión de los grupos Bandera Roja (sindicalistas revolucionarios) y Bandera Negra (anarquistas).
Leemos en sus memorias:

“Paralelamente a la creación de sindicatos, grupos de afinidad ideológica, ateneos, la juventud obrera debería ser agrupada en formaciones paramilitares de núcleos reducidos, sin conexión entre sí, pero estrechamente ligados a los comités de defensa de barriada y éstos a un Comité de Defensa local, dentro del espíritu de creación revolucionaria de los militantes del anarquismo y del sindicalismo español, que al unificar sus fuerzas y sus actividades en 1923 dio nacimiento a la acción anarcosindicalista, síntesis de las tendencias de Bandera Negra y de Bandera Roja, y que debería simbolizarse en una bandera nueva, rojinegra” (8)

Aparece en 1931, según esta fuente, en la manifestación del 1° de mayo, a instancias de García Oliver:

“Encargamos a un taller de carpintería las astas de las banderas. Unas compañeras se encargaron de cortar la tela y de coser sus piezas en escuadra, según dibujo que les proporcioné (9).
(…)
La bandera rojinegra aportada por mí a la clase obrera —originalidad ésta que correspondía a todo el proletariado confederal” (10)

Como puede leerse, es posible medianamente datar la fecha y creación de la bandera negra en 1831 primero y en 1883 después. Respecto de la bandera rojinegra el asunto se presenta más difícil, ya que aparece en México en 1913, luego en España en 1923 y 1931. De aquí, de estas fechas, como mínimo de 1923, la bandera rojinegra se populariza en todo el mundo, y aunque hoy la vemos como señal de huelga por una clase obrera que a veces desconoce sus propios orígenes, la bandera rojinegra es de factura anarcosindicalista.
Negra o rojinegra, las banderas del anarquismo, las negaciones de todas las demás banderas, seguirán ondeando al viento ahí donde haya anarquistas.


Erick Benítez Martínez. Octubre del 2021 (publicado en Fragua Social, órgano de la Federación Regional de Levante de la CNT-AIT en España)


Notas:

1.- Según descripción de la propia Louise Michell en su declaración de defensa en junio de 1883.
2.- Para ver más información sobre estas relaciones de producción y el uso de la bandera negra en este contexto, consultar mi artículo “Un antecedente del anarquismo en 1831”.
3.- ¿Es acaso por esto la declaración de Louise Michell de que la bandera negra era símbolo de huelga?
4.- Por lo dicho en estas líneas se podrá apreciar el olvido injustificado que hay en nuestras filas de una personalidad tan importante como Jacinto Huitrón.
5.- Se refiere a Juan Francisco Moncaleano, anarquista cubano y otro de los fundadores del Grupo Luz, que por entonces ya había sido deportado y se encontraba en Los Ángeles, donde conoció a Ricardo Flores Magón y fundó otro local con el nombre de “Casa del Obrero Internacional”. Hasta entonces en México no se le había añadido la palabra “Mundial”, como indica Huitrón.
6.- En realidad símbolo del sindicalismo revolucionario.
7.- Jacinto Huitrón. Orígenes e historia del movimiento obrero en México, página 230. Editores Unidos Mexicanos, México, 1978.
8.- Joan García Oliver. El eco de los pasos, página 115. Fundació d’Estudis Llibertaris i Anarcosindicalistas. Librería La Rosa de Foc. Confederación Nacional del Trabajo de Catalunya. España, 1978.
9.- Ídem, Joan García Oliver. El eco de los pasos, página 116.
10.- Ídem, Joan García Oliver. El eco de los pasos, página 624.


“El campo de batalla del anarquismo, ínterin se espera la revolución social, tendría que ser la pluma, la palabra y el ejemplo […] Revolucionarios, meditad que la hora de nuestra emancipación tanto más tardará en sonar cuanto más tiempo permanezcamos en la ignorancia. Eduquémonos, instruyámonos, que el porvenir es nuestro”

José Llunas
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