Centenario del exilio de Makhno
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Centenario del exilio de Makhno
La revolución rusa fue un escenario donde se realizaron multitud de acontecimientos importantísimos que tuvieron repercusiones a nivel mundial, de movimientos sociales sumamente importantes y personajes de lo más importantes para bien o para mal del curso de la revolución.
Entre estos personajes para bien de la revolución y que intentó llevarle por el camino de una auténtica revolución social, de trabajadores y sobre todo, libre, encontramos a Néstor Makhno en Ucrania.
Tras la revolución de febrero de 1917 Makhno fue liberado e inmediatamente acomete la organización revolucionaria de Ucrania, que por entonces se encontraba sometido a los austro-alemanes.
En abril 1918 los bolcheviques habían firmado el infame Tratado de Brest-Litovsk (1) por el cual entregaban Ucrania y otras zonas del sur a los alemanes. Makhno tuvo que enfrentarse a esta dura situación, pero pronto toda Ucrania quedaría liberada de la ocupación alemana y austriaca, aunque esto era un estira y afloja entre distintas fuerzas de ocupación.
En las ocupaciones de zonas por las fuerzas del Ejército Negro de Néstor Makhno no se realizaba una ocupación sobre la población al estilo de las demás fuerzas en lucha: se invitaba a la población a tomar la iniciativa de la organización, quedando el Ejército Negro únicamente como apoyo a las resoluciones populares.
En varias zonas, pero sobre todo en Gulái-Polé, tierra natal de Makhno, se desarrollaron ampliamente comunas anarquistas donde quedaban abolidos el dinero, la propiedad privada, y los caciques y explotadores del pueblo eran echados de las comunas.
Poco se sabe de estas comunas más allá de líneas generales, ya que su duración siempre fue muy corta, no porque fracasaran por falta de ánimos o de preparación, sino debido a las múltiples batallas que tenía que enfrentar el Ejército Negro de Makhno contra sus distintos enemigos.
Batallaban con las fuerzas de Wrangel, de Petluira, de Grigorief, de Denikin y encima con las fuerzas del Ejército Rojo de los bolcheviques, que desde luego no podían permitir que se desarrollaran estas comunas. El motivo es muy simple: las zonas liberadas de todo despotismo eran una muestra para el pueblo ruso de que una revolución social era posible sin los manejos dictatoriales como los que entonces Lenin, Trotzky y los bolcheviques imponían al pueblo ruso. No hay qué olvidar que mientras en abril de 1918 los bolcheviques se rendían a los pies de los alemanes, en ese mismo mes atacaban con crudeza la llamada Casa de la Anarquía y otros 26 centros anarquistas haciendo varias decenas de muertos y prisioneros.
Las comunas de los anarquistas en Ucrania eran una afrenta directa al bolchevismo, y por ello eran fuertemente reprimidas, sus componentes fusilados o encarcelados y los congresos campesinos denunciados como “ilegales” (2). De ahí el corto tiempo de vida que tenían. Tómese en cuenta también que ante cada ataque realizado al Ejército Negro significaba a veces retiradas con todo el pueblo a cuestas buscando en el Ejército Negro la protección de los ataques bolcheviques y de los blancos (3). Esto significaba a veces retiradas lentas por la enorme masa en retirada.
Para noviembre de 1919 los bolcheviques y el Ejército Rojo realizaban una tercera agresión a los anarquistas del Ejército Negro en el contexto de una tregua con Makhno para aniquilar a Wrangel (4) y preparaban así el camino hacia el aniquilamiento de los anarquistas del Ejército Negro.
En 1921 ya eran amos y señores de Rusia. Los anarquistas en Ucrania estaban seriamente abatidos después de combatir con tantos y tantos enemigos.
En marzo de 1921 los bolcheviques ahogan en sangre a hombres, mujeres y niños en Krosntadt de la mano del ex general zarista Toukhachevsky y por orden de Trotzky.
Para Makhno las cosas no estaban precisamente bien: desde inicios de agosto de ese 1918 tiene serias heridas por las batallas en las que participaba (seis heridas en el mismo día del 13 de agosto) y se planea ya su salida al exilio para curar sus heridas.
El 28 de agosto de 1921, un siglo que se cumple este año, Nestor Mackno cruza definitivamente la frontera ucraniana rumbo al extranjero para ponerse a salvo.
Desde noviembre del año pasado, es decir, casi un año de duración y una vez derrotado Wrangel casi por obra completa de los macknovistas, el ejército rojo emprende una batalla totalmente desigual contra las tropas de Mackno que se encontraban agotadas de haber luchado contra Wrangel.
En noviembre de 1920 el ejército rojo había ya desplegado una fuerza imponente en Ucrania para aplastar la libertad del pueblo trabajador y a los anarquistas en especial.
Para mayo de 1921 (una vez hecho el asesinato de Kronstadt en marzo de ese año) Mackno estaba herido de un pie y era brutalmente acosado por las fuerzas del ejército rojo para asesinarlo a toda costa. Mackno logró infligir varias derrotas a las fuerzas bolcheviques, pero el número de estas era tan superior que la lucha se daba entre fuerzas completamente desiguales.
Estamos hablando de unos 3.000 macknovistas contra un ejército de 150.000 soldados del ejército rojo, con fuerzas de refresco y estupendamente armados. Una batalla totalmente desigual.
Para julio de 1921 las fuerzas de Mackno literalmente eran asesinadas para salvar a su amado compañero, y el 28 agosto de 1921, en una batalla desigual y con todas sus tropas agotadas y cayendo fusiladas unas y otras con el sable en mano ante el enemigo marxista, Mackno logra pasar hacia el extranjero con un disparo en la cabeza, una herida de sable en la cara, un tobillo destrozado y seis heridas leves en una pierna.
Mackno no podrá ya regresar a Ucrania debido a la seriedad de sus heridas y al hecho de que con su exilio que se pensaba provisional la dictadura bolchevique se fortaleció y cimentó de manera aún más fuerte.
Quizá podemos hablar aún de alguna resistencia seria a los bolcheviques a manos de la llamada Antónovschina por el nombre de su líder, Aleksandr Antónov y que resistieron hasta junio de 1922 y que tuvo una fuerza similar (aunque no ideológica) a las fuerzas de los makhnovistas anarquistas.
Después de su exilio Makhno tiene en París serias complicaciones económicas debido a que no hablaba francés, siendo ayudado en sus gastos económicos por compañeros anarquistas en París.
Aún recibe en 1926 a los anarquistas españoles Durruti y Ascaso, con quienes comparte cambio de impresiones sobre la situación internacional y prometiendo a estos estar con ellos cuando estallara la revolución en España que, dada la situación social y la potencia del anarquismo español, parecía solo cuestión de tiempo para que estallara.
No le fue posible a Makhno participar en los sucesos de 1936 en España: dos años antes, el 25 de julio de 1934 fallecía el querido compañero de los trabajadores ucranianos.
En Ucrania, en Rusia y en todo el mundo, el recuerdo de su legado es invaluable.
Erick Benítez Martínez. Julio del 2021
Notas:
1.- Consultar mi artículo “Centenario del Tratado de Brest-Litovsk” disponible en Tierra y Libertad de Madrid correspondiente al mes de abril del 2018 y en diversas plataformas digitales.
2.- Nótese la paradoja del asunto: un gobierno “proletario y campesino” declarando ilegales congresos proletarios y campesinos por el grave delito de que estos no estaban bajo el dominio de los bolcheviques.
Curiosamente el gobierno “proletario y campesino” fue la peor pesadilla para los proletarios y campesinos.
3.- Petrliura, Wrangel, Denikin, Grigorief perseguían las comunas anarquistas porque deseaban instituir un gobierno y una propiedad privada en manos de ellos; los bolcheviques pretendían exactamente lo mismo.
¡Paradoja de la historia! Los bolcheviques tenían más de contrarrevolucionarios que de apoyo a las masas laboriosas.
4.- Hago notar aquí la importancia que para Makhno tenía la revolución, poniendo los intereses de ésta por delante pese a anteriores traiciones de los bolcheviques. En julio de ese 1919 los bolcheviques firmaron la orden 1824 por la cual impedían el IV Congreso de obreros y campesinos, así como imponer la pena de muerte no solo a quienes apoyaran y organizaran el congreso, sino incluso a quienes solamente discutieran el Congreso.
“El campo de batalla del anarquismo, ínterin se espera la revolución social, tendría que ser la pluma, la palabra y el ejemplo […] Revolucionarios, meditad que la hora de nuestra emancipación tanto más tardará en sonar cuanto más tiempo permanezcamos en la ignorancia. Eduquémonos, instruyámonos, que el porvenir es nuestro”
José Llunas
José Llunas